jueves, 13 de noviembre de 2014

Formación para empresas, se nos acabó el presupuesto

No es la primera vez ni la última que en un proyecto de formación para empresas, en una reunión con un cliente, éste nos dice: “La verdad es que estoy convencido de que la formación en ventas que nos planteáis sería realmente positiva para nuestro equipo de comerciales, pero claro la formación es tan cara. El último presupuesto que nos pasaron era de…”

Formación para empresas: “Lo siento pero se nos acabó el presupuesto…”

“Lo siento pero se nos acabó el presupuesto…”





Formación para empresas:
“Lo siento pero se nos acabó el presupuesto…”
Imagen de +Fernando Camacho


Reconozco que no dejo de sorprenderme con este tipo de afirmaciones, y esto es por dos razones:
  • La primera es que, como decíamos en el post Formación para empresas: FAQ sobre cursos bonificados para empresas, las empresas disponen de unos fondos para formación que se detraen de las cotizaciones a la Seguridad Social de los trabajadores empleados y que en muchas ocasiones pueden cubrir hasta el 100% del coste de la formación. Se trata de los fondos gestionados por la Fundación Tripartita.
Averigüe su crédito y consúmalo, tenga en cuenta que el día 31 de diciembre se pierde. Los cursos bonificados para empresas pueden ser una solución a la falta de presupuesto.
  • La segunda es que los precios de la formación deben ser justos, con esto no queremos decir que deban ser ni altos ni bajos, deben ser justos. ¿Qué es un precio alto? Si lo que consigo, una vez realizada una formación en ventas, es un departamento comercial mejor formado, que incremente su cifra de ventas en un 5% por ejemplo, ¿acaso no es más caro perder clientes por una mala atención al cliente de las personas que se dedican a ello en la empresa? ¿Cuánto cuesta que mis empleados no tengan un buen manejo de herramientas como el Excel y pierdan 20 ó 25 minutos al día en hacer una tarea, que se podría hacer en apenas unos segundos?
Efectivamente, en el mercado hay todo tipo de precios por formaciones. Pero eso debe ser no una razón para no hacer la formación, sino un motivo para buscar la que realmente se adecúa a las posibilidades de mi empresa en el momento actual y pensando siempre en el retorno que esa formación va a tener.  Como decía aquel anuncio de detergentes…

“busque, compare y si encuentra algo mejor cómprelo”.

Por último, una observación. Cuando estamos inmersos en una sociedad en la que el conocimiento y el desarrollo de ciertas habilidades profesionales son dos de las claves para el éxito, ¿cómo es posible que aún no tenga previsto un plan de formación para mis equipos?, seguramente sea el mejor momento para subirse al carro de la recuperación.

Formación para empresas: desarrolle el talento de su equipo


Editado por +Fernando Camacho

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